jueves, 6 de noviembre de 2008

El portafolio como estrategia metacognicitiva

El portafolio como estrategia metacognicitiva

En el trabajo “El portafolio de aprendizaje en la formación de educadores: una herramienta para evidenciar procesos metacognitivos y valorar aprendizajes significativos”, de Lucila Castro Quitora, profesora de la Universidad de Tolima, Colombia, el conocimiento metacognitivo forma parte de la propuesta de enseñanza ocupando un lugar central en la estrategia desarrollada.

El portafolio es una colección de evidencias que no solamente resumen el trabajo académico de un estudiante, sino que explicitan procesos de aprendizaje individual, describen procesos metacognitivos individuales y procesos socioafectivos grupales, presentan juicios de evaluación acerca del desempeño integral, valoran el logro de objetivos y el desarrollo de competencias y establecen metas futuras de desarrollo personal y profesional, los procesos metacognitivos que pueden desarrollarse a partir de él son sumamente ricos y esclarecedores de la construcción de conocimiento emprendida por cada uno de los estudiantes.

Aunque en general el portafolio es utilizado con el objetivo de documentar el trabajo realizado, tiene un alto potencial para reflejar las competencias y habilidades logradas en situaciones en las que se emplea como instrumento para la autoevaluación y la autovaloración del desempeño tanto de estudiantes como de profesores.

El portafolio permite, mejor que otras propuestas, la explicitación de lo realizado a través del registro de las acciones, los logros y las dificultades plasmadas en las distintas producciones. La existencia del material favorece la práctica de regresar una y otra vez, en los momentos apropiados sobre el conocimiento aprendido. Esos “regresos” van resignificándose a medida que el conocimiento se complejiza, los datos se suman, la información y sus esquemas comprensivos se vuelven saberes que se internalizan.

El desarrollo de procesos de autorregulación forma parte expresa del proyecto pedagógico que aquí reseñamos, tal como figura en sus propósitos:

“Posibilitar los procesos de autorreflexión (metacognición), acerca de las fortalezas, debilidades, dificultades, progreso, y logros de cada estudiante”

El portafolio aparece entonces, como una excelente herramienta didáctica para el desarrollo del conocimiento metacognitivo.

La utilización del portafolio de aprendizaje, como eje alrededor del cual se planean, organizan y ejecutan las actividades de enseñanza y aprendizaje en la educación superior, ha cobrado importancia en los últimos años. Un buen número de experiencias han sido descritas, evaluadas, e investigadas en diferentes escenarios educativos, señalando algunos resultados significativos en el desarrollo tanto de procesos metacognitivos como de aprendizajes significativos en los estudiantes.

Es necesario diferenciar, de antemano, dos tipos de portafolio: el del estudiante, el cual se denomina portafolio de aprendizaje, y el portafolio del profesor, el cual se identifica como portafolio de docencia o del docente.

Un portafolio es una colección de evidencias que, no solamente resumen el trabajo académico de un estudiante, sino que explicitan procesos de aprendizaje individual, describen procesos metacognitivos individuales y procesos socioafectivos grupales, presentan juicios de evaluación acerca del desempeño integral, valoran el logro de objetivos y el desarrollo de competencias y establecen metas futuras de desarrollo personal y profesional.

De acuerdo con Paulson, Paulson y Meyer un portafolio es "una colección intencional de los trabajos de un estudiante, la cual exhibe sus esfuerzos , sus progresos, y sus logros en una o más áreas. La colección debe ser el resultado de la participación intencional de los estudiantes en la selección de los contenidos de su portafolio, debe explicar los criterios utilizados para realizar esta selección, tiene que establecer los criterios de juicio sobre el mérito del trabajo y debe evidenciar los procesos de reflexión del estudiante."

La anterior definición contiene algunos elementos sobre los cuales deben hacerse algunas consideraciones:

1. El uso del portafolio de aprendizaje es el resultado de una acción planeada por el docente y acordada con los estudiantes, con fines de formación específicos, y con una clara intencionalidad educativa.

Objetivos:

· Fundamentar el pensamiento crítico reflexivo acerca de la experiencia de la práctica docente con el fin de encontrar sentido a las prácticas pedagógicas cotidianas en la escuela.

· Valorar la práctica docente como una experiencia dialógica de aprendizaje y formación integral que posibilita el desarrollo de competencias comunicativas, cognitivas, socioafectivas y ético-morales.

· Posibilitar los procesos de autorreflexión (metacognición), acerca de las fortalezas, debilidades, dificultades, progreso, y logros de cada estudiante participante en el seminario.

· Desarrollar habilidades de comunicación escrita, a través de los diferentes momentos escriturales evidenciados en el portafolio.


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